La descripción del modelo iconográfico
de la Virgen según la vieja tradición del legendario retrato de esta queda
normalmente recogido en este tipo de imágenes. San Lucas en el Epifanio
describe a la Virgen como: “no era de alta estatura y tenía rubios los
cabellos, vivos los ojos, un tanto aceitunada la pupila, las cejas arqueadas y
negras; la nariz un poco alargada; los labios, rojos y llenos de suavidad al
hablar. El rostro ni redondeado ni agudo, sino ligeramente ovalado: las manos y
los dedos delgados”. La creación de4 este tipo de piezas en ocasiones se conjuga
con otras como pequeños retablos, trípticos que podrían realizar la función de
altares improvisados. Estos altares de un alto carácter devocional se
generalizaron creándose gran número de piezas a lo largo de nuestra geografía.
Nuestra provincia presenta un
gran número de piezas del estilo romántico y gótico de procedencia
indeterminada y que posiblemente, son ejemplo de los continuos cambios históricos
que se dieron en la Edad Media en nuestra provincia.
Posteriormente se recuperan
modelos a lo largo del siglo XIX y XX, tras la pérdida de muchas piezas
muebles, como ocurre con esta pieza, mezclando estilos, pasando por el barroco,
en las nuevas piezas nacidas para sustituir piezas titulares, perdidas.
RAQUEL RACIONERO NUÑEZ
Licenciada en Bellas Artes con
especialidad en restauración