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LA ERMITA DE LA VIRGEN DE LOS MARTIRES



 La Virgen de los Mártires tiene su ermita a tres kilómetros de Montiel, en dirección sur-este. Bordeando el río Segurilla por su margen izquierdo, alcanzamos la ladera de un cerro con una pequeña replaza, lugar donde los montieleños del siglo XV erigieron la ermita que acogiera a su Patrona la Virgen de los Mártires, dándole culto y veneración hasta nuestros días.
Desde su advocación, generación tras generación se han ido trasmitiendo su fe y devoción por su insigne Patrona. Prevalecen las costumbres heredadas de nuestros antepasados de realizar el camino a pie en las múltiples visitas que personas de todas las edades realizan a la Virgen, unos para dar gracias por los favores recibidos y otros para pedirlos. Muchas son las enlutadas madres que antiguamente ofrecían un novenario a la Virgen, -subiendo la empedrada cuesta de rodillas, dejando su estela de sangre y sudor- para que protegiera a sus hijos en las guerras que nuestro pueblo tuvo que sufrir en todas las épocas. Los novenarios siguen vigentes en nuestro tiempo: son muchas las cuadrillas de mujeres y algunos nombres que, aprovechando el frescor de la mañana, madrugan para realizar la caminata hasta la ermita durante nueve días para rezar el Santo Rosario y la Salve, de esta forma cumplen las promesas de realizar un novenario cuando la desgracia en forma de enfermedad, trabajo, estudios, etc., invade la paz de las familias.

RAQUEL RACIONERO NUÑEZ
Licenciada en Bellas Artes con especialidad en restauración